miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿Están las Tecnologías de la Información y la comunicación (TIC) acabando con las habilidades necesarias para el pensamiento crítico?. Recensión.

Ante la respuesta a esta pregunta, encontramos opiniones positivas y opiniones negativas, por eso, vamos a dar el punto de vista de Alfred Thompson y Helen Crompton.
Alfred Thompson trabaja en Microsoft, antes de esto, era docente de Informática/Sistemas en todos los grados escolares y coordinador general de esta área en Instituciones Educativas.

Desde su punto de vista, las TIC tienen un gran potencial para desarrollar la inteligencia en los estudiantes, pero en la mayoría de las escuelas estamos frenando su eficacia de tal manera que los estamos cohibiendo.

En muchas escuelas generamos filtros y recintos protegidos en torno a Internet con el objetivo de que los estudiantes estén seguros; pero lo único que conseguimos es prohibirles que piensen y aprendan cómo evaluar las fuentes de información. Bloqueamos Nings, wikis, blogs, foros de discusión, mensajería instantánea o correos electrónicos… Sin importarnos las oportunidades de colaboración que estemos anulando.

La mayoría de las escuelas y de los estudiantes, las TIC se han convertido en una forma más fácil y rápida de hacer trabajos, algo que incluye además tener que pensar lo menos posible. Para entender el potencial de las TIC en la educación, necesitamos hacer algunos cambios sistémicos sobre la forma en la que enseñamos, antes que verlas simplemente como un remedio mágico.

Helen Crompton ha trabajado durante 17 años en educación en escuelas en Inglaterra, y Estados Unidos.

Para ella, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son una de las herramientas más poderosas que tenemos en nuestras escuelas para desarrollar el pensamiento crítico.

El pensamiento crítico es la habilidad para evaluar de forma cuidadosa y pensar acerca de la información que se nos presenta. Las TIC y, en concreto, Internet, permiten a los estudiantes a mirar más allá de las paredes del aula escolar. Los estudiantes ya no ven a su maestro como la única fuente de información, ahora aprenden a ser muy críticos con la información a la que tienen acceso. La analizan, verifican datos e incluso cuestionan la información que les trasmite el maestro, y todo ésto constituye un viraje significativo hacia el pensamiento crítico.

Además, los estudiantes también utilizan nuevas tecnologías para convertirse en productores y editores de información. El simple hecho de notificarles que su trabajo será publicado en Internet puede producir resultados muy diferentes a cuando lo están haciendo solo para el maestro. Así, empiezan a percibir su trabajo como más importante y lo analizarán a mayor profundidad para poder enfrentarse a una audiencia global muy crítica.

No obstante, existe un problema: las TIC no siempre se usan de esta manera en las escuelas y por sí mismas, las TIC no desarrollarán el pensamiento crítico en los estudiantes. Esta responsabilidad le corresponde al maestro, que debe planear adecuadamente para asegurarse que los estudiantes usen todo el potencial que tienen estas herramientas.

Ante estas dos opiniones, yo debo posicionarme a favor de ésta última. Creo que las TIC son una herramienta muy útil a la vez que amena en la enseñanza y que por supuesto, haciendo un uso responsable y adecuado de ellas, no tiene porqué acabar con el pensamiento crítico, sino todo lo contrario. Pues como bien afirma Helen, los estudiantes, no toman la información que les trasmite el profesor como una verdad única y absoluta, sino que se vuelven más críticos con la información a la que tienen acceso, se preguntan por su veracidad, investigan… es decir, se vuelven críticos. Eso sí, para un buen uso de las TIC, debemos atribuir una gran responsabilidad al maestro, pues si éste no se preocupa porque sus alumnos aprovechen todo el potencial de las TIC, ellos pueden desviarse de dichos usos.

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